AGOSTO MÊS VOCACIONAL
Agosto, mês vocacional! Dedicado às vocações, com o tema «Igreja como uma Sinfonia Vocacional» e o lema «Pedi, pois, ao Senhor da Messe» (Mt 9,38). Este é um tempo para lembrar, agradecer e rezar pelas diversas formas de vida a serviço que enriquecem nossa Igreja e nossa sociedade. É também um momento de reflexão sobre a importância de cada vocação e como podemos responder a Deus com generosidade.
Na primeira semana de agosto, a Igreja no Brasil celebra a Vocação Sacerdotal. Devemos lembrar de nossos padres, que dedicam suas vidas ao serviço do Reino. Eles são os pastores que guiam suas comunidades, celebram os sacramentos, especialmente a Eucaristia.
Na segunda semana, celebramos a vocação à vida em família. A família é o berço da vida e do amor; nela aprendemos os valores fundamentais da fé, do respeito e da partilha. Na família, aprendemos a amar a Deus através do amor de nossos pais e irmãos. Rezemos para que nossas famílias sejam verdadeiras Igrejas domésticas, fortalecidas em sua missão, onde a fé seja vivida e transmitida de geração em geração.
Na terceira semana, celebramos a Vocação à Vida Religiosa, Consagrada e Contemplativa. Homens e mulheres que, seguindo Jesus Cristo, vivem na oração, meditam a Palavra de Deus e participam da missão evangelizadora da Igreja, através dos Conselhos Evangélicos da castidade, pobreza e obediência. As religiosas e religiosos têm a missão de ser sinais do Reino de Deus no mundo, vivendo em comunidade, assumindo os votos e testemunhando o Evangelho, especialmente em favor dos marginalizados, sempre com alegria. Rezemos por todas(os) as(os) consagradas(os) de nosso país, lembrando a memória, a mística, a profecia e a esperança ao longo deste belo caminho. Neste ano, a Conferência dos Religiosos do Brasil (CRB) completa 70 anos.
Na quarta semana, refletimos sobre a vocação dos leigos e leigas. Os cristãos leigos são instrumentos que compõem a grande orquestra de Deus e fazem ressoar o som da sinfonia vocacional no mundo. Seu papel é também testemunhar Cristo Ressuscitado onde quer que vivam e trabalhem. Pelo batismo, são consagrados e chamados a espalhar a suave melodia de Cristo pelo mundo, harmonizando-a com a vontade de Deus. Os leigos e leigas têm a missão de transformar o mundo com o Evangelho, promovendo a paz, justiça e dignidade humana. Neste dia, lembramos com especial carinho dos nossos catequistas.
Como Comunidade Santo Agostinho, vivemos momentos celebrativos de abertura vocacional. Reunimo-nos com alegria e esperança para celebrar a abertura do Mês Vocacional. Somos a Igreja do Senhor, uma comunidade chamada e amada, enviada para irradiar a vida do Reino de Deus. Foi um momento muito significativo para revisar nossa caminhada como consagradas na Congregação MAR.
O Terço Vocacional foi também um momento profundo. Refletimos sobre todas as vocações. O Papa Francisco nos ensina que “as vocações nascem da oração e da oração; e somente através da oração podem perseverar e dar frutos!” Que possamos pedir ao Senhor da Messe para que envie mais operários para sua messe.
O ponto alto de nosso mês vocacional foi a Celebração da Festa de Santo Agostinho, presidida pelo Frei Mário Aparecido (OAR). Este foi um momento de grande significado para toda a comunidade do Centro Educacional Agostiniano, que celebrou 65 anos de presença educativa das Irmãs Missionárias Agostinianas Recoletas. A celebração contou com a presença das Irmãs da Comunidade Nossa Senhora da Consolação, membros da Comunidade Educadora Santo Agostinho, funcionários, pais, alunos, membros da Comunidade Eclesial de Base Nossa Senhora de Nazaré e outros convidados. Após a celebração, tivemos um almoço oferecido por amigos do CEA, repleto de fraternidade, alegria, paz e música ao vivo, interpretada por um ex-aluno.
AGOSTO: MES VOCACIONAL
¡Agosto, mes vocacional! Dedicado a las vocaciones, con el tema «Iglesia como una Sinfonía Vocacional» y el lema «Pidan, pues, al Señor de la Cosecha» (Mt 9,38). Este es un tiempo para recordar, agradecer y rezar por las diversas formas de vida al servicio que enriquecen nuestra Iglesia y nuestra sociedad. También es un momento de reflexión sobre la importancia de cada vocación y cómo podemos responder a Dios con generosidad.
En la primera semana de agosto, la Iglesia en Brasil celebra la Vocación Sacerdotal. Debemos recordar a nuestros sacerdotes, quienes dedican sus vidas al servicio del Reino. Son los pastores que guían a sus comunidades y celebran los sacramentos, especialmente la Eucaristía.
En la segunda semana, celebramos la vocación a la vida en familia. La familia es la cuna de la vida y del amor; en ella aprendemos los valores fundamentales de la fe, el respeto y el compartir. En la familia, aprendemos a amar a Dios a través del amor de nuestros padres y hermanos. Oremos para que nuestras familias sean verdaderas Iglesias domésticas, fortalecidas en su misión, donde la fe se viva y se transmita de generación en generación.
En la tercera semana, celebramos la Vocación a la Vida Religiosa, Consagrada y Contemplativa. Hombres y mujeres que, siguiendo a Jesucristo, viven en oración, meditan la Palabra de Dios y participan en la misión evangelizadora de la Iglesia a través de los Consejos Evangélicos de castidad, pobreza y obediencia. Las religiosas y los religiosos tienen la misión de ser señales del Reino de Dios en el mundo, viviendo en comunidad, asumiendo los votos y testimoniando el Evangelio, especialmente a favor de los marginados, siempre con alegría. Oremos por todos los consagrados de nuestro país, recordando su memoria, mística, profecía y esperanza a lo largo de este hermoso camino. Este año, la Conferencia de Religiosos del Brasil (CRB) celebra 70 años.
En la cuarta semana, reflexionamos sobre la vocación de los laicos. Los cristianos laicos son instrumentos que componen la gran orquesta de Dios y hacen resonar el sonido de la sinfonía vocacional en el mundo. Su papel es también dar testimonio de Cristo Resucitado dondequiera que vivan y trabajen. Por el bautismo, son consagrados y llamados a esparcir por el mundo la suave melodía de Cristo, armonizándola con la voluntad de Dios. Los laicos tienen la misión de transformar el mundo con el Evangelio, promoviendo la paz, la justicia y la dignidad humana. En este día, recordamos con especial cariño a nuestros catequistas.
Como Comunidad de San Agustín, vivimos momentos celebrativos de apertura vocacional. Nos reunimos con alegría y esperanza para celebrar la apertura del Mes Vocacional. Somos la Iglesia del Señor, una comunidad llamada y amada, enviada para irradiar la vida del Reino de Dios. Fue un momento muy significativo para revisar nuestro camino como consagradas en la Congregación MAR.
El Rosario Vocacional también fue un momento profundo. Reflexionamos sobre todas las vocaciones. El Papa Francisco nos enseña que “las vocaciones nacen de la oración y de la oración; y solo a través de la oración pueden perseverar y dar frutos”. ¡Que podamos pedir al Señor de la Cosecha que envíe más obreros para su mies!
El punto culminante de nuestro mes vocacional fue la Celebración de la Fiesta de San Agustín, presidida por el Padre Mário Aparecido (OAR). Este fue un momento de gran significado para toda la comunidad del Centro Educacional Agustiniano, que celebró 65 años de presencia educativa de las Hermanas Misioneras Agustinianas Recoletas. La celebración contó con la presencia de las Hermanas de la Comunidad Nuestra Señora de la Consolación, miembros de la Comunidad Educadora de San Agustín, empleados, padres, alumnos, miembros de la Comunidad Eclesial de Base Nuestra Señora de Nazaret y otros invitados. Después de la celebración, tuvimos un almuerzo ofrecido por amigos del CEA, lleno de fraternidad, alegría, paz y música en vivo, interpretada por un exalumno.