Hace unos meses atrás me hablaron del “instante” del filósofo Alemán, Kierkegaard, la definición que va haciendo este autor de la filosofía quedó profundamente grabada en mi corazón, pues creo que resume lo que muchas veces yo experimento cuando vivo determinadas experiencias; él, indica que el instante no se trata de un tiempo específico, sino de lo que yo siento cuando vivo ese momento, o ese mes, año, etc. Es un sentir que aunque pase el tiempo la experiencia es tan profunda que pareciera que éste (el tiempo) no existiera.

Empiezo con esta introducción porque desde el día 3 de julio al 18 del mismo mes, mis días fueron un instante; un instante que no tuvo tiempo sino experiencia, sentimientos, gratitud, re-encanto, felicidad y sobre todo mucha paz.

Tuve la oportunidad de compartir con mis hermanas de Monteagudo. Recuerdo que, cuando me informaron que iría para allá, mi corazón saltó de alegría; siempre es una bendición y una ilusión pisar la casa donde se gestaron tantos sueños de nuestros fundadores.

Las jornadas eran siempre cargadas de movimiento, pero no un movimiento que cansa, sino que lo hacía con gusto; limpiamos, compartimos con las hermanas de su cotidianidad, oramos junto a ellas y en especial compartimos la vida, la vocación y el amor a Aquel que nos amó primero.

Resalto de mis hermanas la entrega diaria, esa entrega generosa, apasionada, sin reservas y desprendida en medio de sus edades y limitaciones, ¡cuánto ​me han enseñado! Me han enseñado a trabajar en silencio, a recordar que cuando se ama a Dios y se ha elegido formar parte de su equipo las contrariedades o las dificultades no son impedimentos para entregarlo TODO, aunque las fuerzas falten.

¡Gracias hermanas por vuestro testimonio, gracias por ser parte de la historia y del ahora de nuestra Congregación! Gracias porque han propiciado que mis días junto a ustedes hayan sido un instante; un instante que queda grabado en mi corazón y que sin duda me fortalece para seguir apostándolo todo para el seguimiento a Jesús. ¡Dios las bendiga!

Wenderlyng Reyes, mar.