Hoy les quiero compartir mi opinión acerca del aborto, ya que vimos una película que se llama INESPERADO, y trata de una activista pro vida, ABBY JONSHON, que anteriormente fue una de las directoras más jóvenes de las clínicas Planned Parenthood en donde se promovía el aborto, hasta que un día su perspectiva cambio tras presenciar cómo se realiza un aborto y ve cómo el feto lucha por su vida.

Cerca de donde vivimos hay un centro que promueve el aborto, y siempre que paso por allí, pienso que pasará adentro, aunque lo sé; es ir más profundo, tratando de imaginar que estarán viviendo todas esas mujeres en su interior, porque hay muchos factores que las llevan a realizar este procedimiento: su cultura, sus propios padres, su pareja, ellas mismas; a lo mejor pensarán que así se arregla el problema, pero esto va más allá, porque puede ser que se solucione físicamente, pero en conciencia seguirá allí.

La vida es un don de Dios, y por eso es un gran tesoro, que tenemos que valorar y cuidar en todas las etapas de la vida del ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural.

Esto nos invita a ser conscientes de que nosotros no tenemos derecho de quitar la vida a cualquier ser humano, porque el feto aún por pequeñito que sea, ya es un ser humano, y siente, aunque nos digan que no siente. Nos podemos hacer una pregunta: ¿Qué hubiera pasado si nuestros padres hubieran tomado la decisión de no dejarnos vivir?

Los invito a orar por todas esas mujeres que están confundidas, presionadas por los doctores, enfermeras y todo el personal que trabaja promoviendo el aborto, para que el Señor les abra el corazón y la conciencia, y se den cuenta de que hay otras soluciones sin acabar con la vida.

Yessica Victoria, Novicia MAR .