El día 14 de diciembre de este año, el Santo Padre Papa Francisco decretó la promulgación de las virtudes heroicas de Madre Esperanza de la Cruz, cofundadora de las Misioneras Agustinas Recoletas. Es una confirmación por parte de la Iglesia que la Madre Esperanza practicó todas la virtudes cardinales, teologales y anexas de una manera heroica. Desde ahora tiene el titulo de VENERABLE.

La Madre Esperanza de la Cruz

La Madre Esperanza, Salustiana Antonia en el siglo, nace el 8 de junio de 1890 en Monteagudo, Navarra, hija de Ignacio Ayerbe y María Araceli Castillo. Es la mayor de siete hermanos. La familia Ayerbe Castillo se traslada  a Tolosa, Guipúzcoa para establecerse definitivamente en 1912 en el pueblo de Andonain. A la edad de 26 años entró en el monasterio de las Agustinas Recoletas del monasterio de la Encarnación de Madrid. Inicia su noviciado el 8 de diciembre de 1917 y cambia su nombre de Salustiana por el de Esperanza de la Cruz. El 10 de diciembre de 1918 hace su profesión simple y, después de 3 años, la profesión solemne.

Después de 14 años de vivir en el convento de clausura, el 14 de enero de 1931, como respuesta a la invitación de Mons. Francisco Javier Ochoa, delegado apostólico en la misión de Kweitehfu en China, Madre Esperanza deja el monasterio para emprender el nuevo camino hacia la misión. Recibida la cruz de misionera junto con las dos otras monjas, Sor Ángeles de San Rafael y Son Carmela de San Agustín, salen rumbo a China el 22 de febrero 1931 con Mons. Ochoa. Pasando por Manila, el 19 del mismo mes llegaron a Kweitehfu, China. Después de algunos meses de aprendizaje de la lengua China comenzaron su apostolado que era el cuidado de la niñas de santa infancia, la formación de las catequistas de Cristo Rey, una comunidad autóctona fundada por Mons. Ochoa, catequesis en los alrededores y pueblos vecinos, visitas a los enfermos, caminatas misioneras en busca de almas para catequizar, bautizar, aliviar en colaboración con los misioneros agustinos recoletos. Tres años después recibieron el decreto de la Congregación de los Religiosos de agregarse a la Congregación de las hermanas agustinas recoletas de Filipinas. Emitieron nuevamente sus votos religiosos y Madre Esperanza fue nombrada superiora de la nueva comunidad en China. Cuando estalló la guerra entre los japoneses y chinos, los misioneros tenían que dejar la misión. Así que, en enero de 1940 Madre Esperanza y las otras dos hermanas salieron de China primero para Filipinas y después para España.

En 1941 la Madre abrió la casa noviciado en Monteagudo para formar religiosa para la misión. En 1943 la Madre recibió el decreto de la Santa Sede dándole las facultades ”ad instar” de la superiora general ya que a causa de la guerra, la comunicación con la comunidad de Manila ponía muchas dificultades y volver en China era ya casi imposible. Mons. Ochoa propuso a la Madre la fundación de una comunidad autónoma. Así comenzaron las fundaciones de las varias casas en España, Colombia, Italia, Brasil, Venezuela, y Argentina. La Santa Sede concedió el permiso de la erección de una nueva fundación el 18 de enero de 1951 con el nombre Agustinas Recoletas Misioneras de María que en 1969 se cambiaría a Misioneras Agustinas Recoletas. En1962 renunció al cargo de Superiora General por razón de su salud. El 23 de mayo de 1967, estando en Monteagudo, entregó su alma al Creador. Según un testigo “durante su funeral se respiraba un clima de profundo misticismo y se tenia la sensación de que había muerto una santa”.

Fama de santidad

Aunque muchos reconocían, sobre todo las religiosas dentro del convento, los religiosos y laicos, a la Madre como santa y habían muchos signos de favores recibidos, sin embargo por dificultades de tipo económico y de organización,el proceso diocesano se abrió en Pamplona solo 23 años después de su muerte, el 6 de diciembre de 1991. El proceso diocesano se clausuró el 4 de septiembre de 1994. La Positio Super Virtutibus fue presentada a la Congregación de las Causas de los Santos el 1997.

 

Situación actual de la Causa

Los Teólogos dieron su informe y voto sobre la heroicidad del ejercicios de la virtudes el 20 de marzo de 2014. Los Obispos y Cardenales pronunciaron su voto el 17 de noviembre de 2015. Con la confirmación del Santo Padre de las virtudes heroicas de la Madre Esperanza de la Cruz es ya Venerable y ahora falta un milagro por su intercesión para su beatificación y otro milagro para que se declare santa.

 

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