Misión JAR Argentina en Monte Chingolo

Entre los días 26 y 28 de diciembre la JAR de Argentina, de las Parroquias San José de Villa Maipú, La Asunción y San Andrés, Nuestra Señora de Lujan Golf (San Martín, Buenos Aires), Nuestra Señora de Luján (Rosario, Santa Fe) y Nuestra Señora de Fátima (Mar de Plata, Buenos Aires), se lanzó a la aventura de la misión en las calles del barrio de Monte Chingolo, en territorio de la  parroquia Cristo Salvador donde las MAR estamos presente. El grupo de la JAR fue acompañado por Fr. José Manuel Fernández Fernández (Espiri) y las hnas. MAR de Argentina.

En el primer día, después de la presentación y organización en equipos, comenzamos con las visitas a las casas cercanas a la Capilla San Maximiliano Kolbe. Para terminar la actividad del día, celebramos la Eucaristía a las 19:00 hs., compartiendo con la Comunidad. Algunas personas que fueron visitadas también estuvieron presente celebrando la alegría de la Navidad.

Al día siguiente, después de un momento de oración, salimos en Misión para la comunidad de Luján en el Barrio de la Fe. Allí visitamos las familias, fue realizado un bautismo, y en la parte de la tarde, después de compartir un momento de juegos, canciones y merienda con los niños, celebramos la Eucaristía a las 17:00 hs. La comunidad de San Maximiliano Kolbe a las 19:00hs pudo celebrar la Eucaristía junto a los misioneros que animaron con las canciones, y en seguida hubo Adoración al Santísimo, organizado por los jóvenes de Mar de Plata. Allí los JAR fueron agradeciendo al Señor por esta experiencia tan intensa y gozosa de escucha de la experiencia de fe de tantos hermanos y hermanas.

El domingo por la mañana, Fray José Manuel Fernández Fernández presidió la Eucaristía en la comunidad Santa María, donde lo acompañó la mitad del grupo de los jóvenes. La otra mitad se quedó en la guardería para salir después a visitar a las familias en la Capilla San Maximiliano Kolbe. La mañana transcurrió entre visitas a enfermos y familias, encerrando a las 11:30 hs. con la Eucaristía, donde agradecimos a Dios por este tiempo compartido con la gente de la comunidad, y por la alegría de la comunidad, a la vez, de compartir estos dos días con los jóvenes.

Gracias JARes por tener en sus corazones alegría para dar, vida para regalar y disposición de escuchar y dejarse interpelar por la Palabra.

 

 

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