CELEBRACIÓN DE LOS 35 AÑOS DEL MARTIRIO DE CLEUSA

MARTIR DE LA CAUSA INDÍGENA

28 de abril – 2020

 

 Monición

Queridas Hermanas, en el contexto del año misionero de la Congregación y de la pandemia mundial, somos invitadas hacer memoria de los 35 años del martirio de Hermana Cleusa, pedir su intercesión a Dios por toda la humanidad afectada por la pandemia y por la congregación.

Canto: puede ser de Cleusa u otro que la comunidad conozca

 

Recordando su vida

Cleusa expresaba su espíritu de fe de un modo especial en la oración, en su actitud y recogimiento en la capilla, que llamaba la atención. A veces se dedicaba más tiempo del establecido por las constituciones. Fomentaba el silencio, con actitud de su vida e invitaba a otros a vivirlo.

La Hermana Cleusa dono su vida en la Amazonia que es el santuario de la vida. En ella habita una multitud de vida animal y vegetal. Sus colores múltiples e incontables, su belleza es infinita, su gente linda y diversa, sus ríos fuente de la vida.

En medio de tanta belleza, están presentes los intereses capitalistas que destruyen la creación. El poder y el dinero compran todo y matan la vida, con brutalidad.

En una de sus cartas a un sacerdote amigo, Cleusa hace un gran lamento: “Le escribo pues sé que apoya la causa indígena. En Lábrea, ya no contamos con las autoridades: impera el capitalismo y el indio no tiene voz ni vez. Ya estoy cansada de recurrir al CIMI Norte I, sin respuesta.”

 

SILENCIO:

Lamentablemente hoy continua lo mismo. El poder impera frente a los pequeños. La vida de los pobres sigue amenazada en nuestros países. El año pasado, el gobierno brasileño apoyó las quemas de la floresta en la Amazonia, causando impacto en el clima mundial.

Perdón Señor, por los pecados de los gobernantes que no defienden la vida.

El poder dominador ha transformado el Santuario de la vida, en hogar de sufrimiento y muerte de muchos hermanos nuestros; animales y vegetales. La vida en la Amazonía sigue siendo robada por el poder opresor y explotador.

Señor, perdón por todos los asesinos, que matan la vida de tantos hermanos que luchan por defender los derechos de los pobres y de la casa común.

 

SILENCIO BREVE y luego un canto de perdón

El Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Postsinodal “Mi Querida Amazonia” dice “que todo lo que la Iglesia ofrece debe encarnarse de modo original en cada lugar del mundo, de manera que la Esposa de Cristo adquiera multiformes rostros que manifiesten mejor la inagotable riqueza de la gracia. La predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse”.

En los proyectos pastorales Cleusa tenían un sentido transcendental, los hacía en función del servicio a la obra de Dios que no termina en este mundo, sino que se proyecta en la eternidad; tenía clara su misión, hacer transparentar el reino de Dios. ¡Es preciso que Él Reine!

Agradecemos a Dios, por habernos regalado a la Hermana Cleusa una mujer que vivió con sensibilidad las necesidades de los más desfavorecidos y con mucha claridad su entrega en la misión. Fue una misionera con Espíritu.  En su vida reinaba el amor, el respecto, la solidaridad, el silencio la búsqueda constante de hacer la Voluntad del Padre.

Pidamos al Señor por nosotras, misioneras Agustinas Recoletas, para que el testimonio de Cleusa nos ayude a contemplar en los pobres, el rostro del Cristo y comprometernos en la defensa de sus vidas.

R: Señor danos un corazón sensible

El anuncio explícito de Cristo puesto que no hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, hijo de Dios.  CC nº79

Cleusa, buscaba con interés constante que el Reino de Dios llegase a todas las personas. Muchas veces empujaba a algún sacerdote para organizar viajes a fin de atender algunas comunidades olvidadas por ser de difícil acceso. En las Eucaristías y en la preparación del sacramento de la confesión era una ferviente animadora. Ella no solo hablaba de Reino de Dios, decía también que la casa del Padre es la casa de todos sus hijos, que ellos tenían que vivir como buenos hermanos para entrar en la casa del Padre.

Señor, cuantas veces nuestro ser misionero está cansado, desanimado, sin alegría… colocamos nuestra confianza en nosotras mismas, nos anunciamos nosotras mismas. Por intercesión de hermana Cleusa, te rogamos que nos ayudes a hacer la travesía de una vida vacía, a una vida llena de la gracia de Dios, como María la Madre de tu hijo que siempre se adelantó para hacer la Voluntad del Padre.  Queremos en este año misionero, abrazar con valentía la misión del Reino de Dios siendo Misioneras con espíritu, como siempre fue la hermana Cleusa. ¡Es preciso que Él Reine!

Canto: Himno de la congregación

 La sensibilidad ante las diferentes culturas para impregnarlas de espíritu evangélico. CC. 80

Cleusa consagró su vida a Dios y al prójimo. Su vida de fe la llevó a descubrir en los demás, principalmente en los necesitados, la figura de Cristo en ellos fue donde más brilló su caridad. Su mayor pasión fue extender el Reino de Dios por encima de todo, incluso afrontando dificultades y arriesgando su propia vida. “Son oraciones sí, que nos hace falta para un seguimiento más radical al Señor”. (Hna. Cleusa)

Cleusa, fuiste una misionera profética, tu amor a Dios y a los Hermanos     fue la consecuencia de tu martirio. Hoy la Iglesia necesita de mujeres – profetas como tú. Intercede ante Dios para que nosotras, seamos mujeres profetas de la esperanza, la justicia, la alegría y de la vida digna para todos sus hijos.

Señor, gracias por la presencia de nuestra congregación y su dimensión misionera en la Iglesia.

El hecho de consagrarse al Señor por la profesión religiosa, el haberse mantenido fiel hasta dar la vida por la causa de Aquel a quien consagró todo su ser, es la coronación de su entrega incondicional. Ella tenía muy clara la necesidad de hacer la voluntad de Dios.

Estribillo: Aquél que te llamó, Aquél que te llamó es fiel, és fiel, fiel és Aquél que te llamó”.

Escuchamos el grito de los pueblos de la Amazonía:

Estamos siendo afectados por los madereros, ganaderos y otros terceros. Amenazados por factores económicos que implementan un modelo ajeno en nuestros territorios. Las empresas madereras entran en el territorio para explotar el bosque, nosotros cuidamos del bosque para nuestros hijos, tenemos la carne, pesca, remedios vegetales, árboles frutales […]. La construcción de hidroeléctricas y el proyecto de hidrobias, impacta sobre el río y sobre los territorios […]. Somos una región de territorios robados»

Silencio:

“Tenemos que construir fraternidades, es necesario, pero la justicia tiene que estar en la base de toda la convivencia humana… Son necesarias nuevas actitudes y no solo toques mágicos de palabras, que cambiarían todo de repente”.  (Hna. Cleusa)

Nuestro sueño es el de una Amazonia que integre y promueva a todos sus habitantes para que puedan consolidar un “buen vivir”. Pero hace falta un grito profético y una ardua tarea por los más pobres. Porque, si bien la Amazonia enfrenta un desastre ecológico, cabe destacar que «un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres». No nos sirve un conservacionismo «que se preocupa del bioma pero ignora a los pueblos amazónicos. (Papa Francisco)

Cleusa, era muy consciente de los derechos de los indios. Reclamaban antes los órganos públicos y animaba a las comunidades indígenas para que también lo hicieran, de modo que lo escrito y aprobado pasase a la práctica. Trabajaba exigiendo del Estado la devolución de la tierra a los indios, que desde tiempos inmemorables les pertenecía. Tenía su vida centrada en Dios. En ella brilló de modo especial su gran amor a Él, que era manifestado en su amor al prójimo.

Canto de Cleusa u otro

Lectura del Evangelio de Juan 6,30 – 35

Reflexión

*Qué relación tiene la vida de hermana Cleusa con el texto del Evangelio. 

*Nos dice algo a nosotras…

*Descubrimos signos que nos interpelan en nuestra entrega hoy…

* Estamos dispuestas a entregar nuestra vida por el Reino…

Padre nuestro de los mártires

Padre nuestro del pobre y del marginado.

Padre nuestro de mártires y torturados.

Tu nombre es santificado en aquel que muere al defender la vida; tu nombre es glorificado cuando la justicia es nuestra medida.

Pedimos el pan de la vida, pan de la esperanza, el pan de los pobres; el pan que trae la humanidad y reconstruye al hombre en vez de cañones.

Perdónanos cuando por miedo quedamos callados delante de la muerte;

Perdona y destruye el reino de la corrupción como ley más fuerte.

Tu reino es de libertad, de fraternidad,

paz y comunión;

Maldita toda violencia que devora al hombre con la represión.

Hágase tu voluntad, eres el verdadero

Dios libertador.

No vamos a seguir doctrinas amañadas por el poder opresor.

Protégenos de la maldad, de los prepotentes y los asesinos; Dios Padre revolucionario, hermano del pobre,

Dios del oprimido.

 

Oración de Cleusa por la congregación

Oh, Dios que quieres que todos los hombres se salven e lleguen al conocimiento de la verdad. Te pedimos que nos impulses a testimoniar a Jesús, con toda libertad, como lo hizo la Hermana Cleusa quien dono su vida y derramo su sangre por la paz y la justicia. Concédenos la gracia de… Que con fe te pedimos para que se haga presente tu Reino en todo el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor…Amen.

ORACIÓN DE INTERCESIÓN ANTE LA CRISIS DE LA PANDEMIA

Oración: «Dios Padre, Creador del mundo, todopoderoso y misericordioso, que por nuestro amor enviaste a tu Hijo al mundo como médico de almas y cuerpos: mira a tus hijos que, en este difícil momento de desconcierto y consternación en muchas regiones del mundo entero, recurren a Ti en busca de fortaleza, salvación y alivio.

Libéranos de la enfermedad y del miedo, sana a nuestros enfermos, consuela a sus familias, da sabiduría a nuestros gobernantes, energía y recompensa a los médicos, enfermeras y voluntarios, y la vida eterna a los fallecidos. No nos abandones en el momento de la prueba y libéranos de todo mal”.

Canto final de Cleusa u otro