SECRETARIADO ATENCIÓN A HERMANAS MAYORES Y ENFERMAS (ATHEMAR)

PRINCIPIOS:

COMO MISIONERAS, queremos impulsar el cultivo de la caridad en nuestras comunidades, “a cuyo impulso, nos ordenamos al servicio de Dios en la Iglesia”(4); atendiendo esmeradamente a nuestras hermanas que por su condición de edad y salud requieren de nuestro cuidado, para que desde su estado puedan seguir testimoniando a Cristo.

COMO AGUSTINAS, queremos responder desde nuestro ser misionero “nuestro primer campo de evangelización es la propia comunidad, en su búsqueda constante de unidad y caridad”(5). La Iglesia nos invita a ser signo desde la vida consagrada, a ofrecer el cuidado de los mayores y enfermos como parte importante de la vida fraterna. Marca la importancia de su testimonio como una expresión de la misión que continúa siendo válida y meritoria, aunque no sea de forma activa(6).

COMO RECOLETAS, queremos que nuestras hermanas sigan siendo mujeres de oración desde sus dolencias y demencias. Hacemos referencia a las palabras del papa Francisco a los sacerdotes y religiosos mayores en cuya homilía dice: “… La potencia de Dios se puede revelar en la edad senil, incluso cuando ésta se ve marcada por límites y dificultades. «Dios ha escogido lo que el mundo considera necio para confundir a los sabios; ha elegido lo que el mundo considera débil para confundir a los fuertes; ha escogido lo vil, lo despreciable, lo que no es nada a los ojos del mundo para anular a quienes creen que son algo. De este modo, nadie puede presumir delante de Dios» (1 Cor 1, 27-28)”. Así pretendemos, incentivar a las hermanas a vivir su vocación a través de su oración asidua, aceptación paciente de su propia condición y a ser guía de oración y acompañamiento espiritual(7).

CLAVE DE VIDA:

Proyectar la atención integral a las hermanas mayores y enfermas para que sean y se sientan miembros vivos y activos en la congregación desde su situación limitada, mediante el desarrollo del proyecto y evitar el individualismo, el aislamiento y la pasividad.